¿Qué es el TDAH?
Un poco de historia:
- 1775: Melchior Adam Weikard, un médico alemán, escribió la primera descripción en un libro de texto de un trastorno con las características del TDAH.
- 1845: Heinrich Hoffmann, quien luego se convirtió en director del primer hospital psiquiátrico en Frankfurt am Main, Alemania, describió la hiperactividad y los déficits de atención en un libro para niños que documentaba comportamientos similares al TDAH y sus deficiencias asociadas ( Hoffmann, 1990 ).
- 1902: George Still, un médico del Reino Unido, escribió la primera descripción del trastorno en una revista científica ( Still, 1902a ; Still, 1902b; Still, 1902c ).
- 1917: El neurólogo y psiquiatra español Gonzalo Rodríguez-Lafora describió los síntomas del TDAH en niños y dijo que probablemente estaban causados por un trastorno cerebral de origen genético ( Lafora, 1917 ).
- 1932: Franz Kramer y Hans Pollnow, de Alemania, describieron un síndrome similar al TDAH y acuñaron el término “trastorno hipercinético”, que luego fue adoptado como término por la Organización Mundial de la Salud ( Kramer y Pollnow, 1932 ; Neumarker, 2005 ).
- Década de 70 hasta la actualidad: Los criterios de diagnóstico para el TDAH evolucionaron en base a investigaciones que muestran que el diagnóstico predice la respuesta al tratamiento, el curso clínico y los antecedentes familiares del trastorno.
¿Qué es el TDAH?
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un trastorno de origen neurobiológico crónico, que se inicia en la edad infantil y que afecta entre un 3-7% de los niños en edad escolar. Se caracteriza por un nivel de impulsividad, actividad motora y atención no adecuados a la edad de desarrollo.
Los/as niños/as, adolescentes y adultos con TDAH tienen déficits evidentes en las funciones ejecutivas y, como consecuencia, presentan dificultades de adaptación en su entorno familiar, escolar y en las relaciones con sus iguales.
Se dan 3 perfiles diferentes:
- TDAH tipo inatento
- TDAH tipo Hiperactivo-impulsivo
- TDAH tipo combinado.
Síntomas de un TDAH
Déficit de Atención.
- Dificultades para mantener la atención concentración.
- Parece que no escucha.
- No sigue las instrucciones.
- No termina actividades.
- Dificultades para organizar tareas.
- Dificultades para retener datos y órdenes.
- Extravían objetos.
- Evitan esfuerzo mental.
- Se distrae.
- Descuidado en actividades diarias y actividades académicas.
Hiperactividad.
- Se remueve en su asiento.
- Abandona su asiento.
- Corre, salta en situaciones inapropiadas.
- Dificultades para dedicarse a actividades tranquilas.
- Siempre en movimiento.
- Necesidad de cambiar de actividad continuamente.
- Habla en exceso.
- Propenso a los accidentes.
- Dificultades en la coordinación motora.
Impulsividad.
- Actúa antes de pensar.
- Precipitan respuestas.
- Dificultades para guardar turnos.
- Interrumpe actividades o conversaciones.
- Dificultades para medir las consecuencias de sus actos.
¿Qué causa el TDAH?
Para la mayoría de las personas con TDAH, muchos factores de riesgo genéticos y ambientales se acumulan para causar el trastorno ( Faraone et al., 2015 ).
¿Cuál es el impacto del TDAH en los pacientes?
El TDAH es un trastorno asociado a consecuencias graves en el día a día: calidad de vida, bajo rendimiento educativo, deterioro emocional y social, lesiones accidentales, suicidio, crimen, delincuencia, trastornos por uso de sustancias…
Aunque pueden aparecer muchas dificultades, tenemos que decir que personas viven vidas placenteras y productivas, especialmente si reciben tratamiento.
¿Cuál es el mejor tratamiento?
No podemos hablar de un tratamiento único. Pero lo que la experiencia nos deja claro es que el éxito y los resultados a largo plazo tienen ciertos elementos en común:
- Diagnóstico precoz
- Intervención multimodal.
- Valoración en cada momento vital las necesidades y decidir la intervención.
- Continuidad y acompañamiento a lo largo de la vida.
- Una intervención con todos los agentes que intervienen en el día a día. (colegio, familia, persona…)